Este “ismo” se ha institucionalizado en nuestra democracia como partido Justicialista  y la lucha hacia su interior ha sido central para entender la dinámica y dirección del movimiento popular en su conjunto. 

La defección ideológica de Carlos Menem al llegar a la presidencia abrió un proceso de descomposición doctrinaria donde la práctica de la Justica Social dentro del partido fue desplazada por los preceptos neoliberales, en nombre de la “profesionalización” de la política. Carlos se subió a “El fin de la historia” de Francis Fukuyama. Fueron tiempos en que muchos para seguir siendo peronistas debieron caminar por afuera del Pejota. 

 A nivel nacional,  un peronista como Néstor Kirchner necesitó de la “transversalidad” para contrarrestar este momento de debilidad. En La Rioja, este ciclo de hegemonía liberal culminó con la llegada de Quintela a la gobernación y a la presidencia del Pejota riojano. Hasta ese momento el actual gobernador lo había disputado desde su periferia, aferrándose la doctrina de la Justica Social mientras sus pares seguían adheridos al menemismo. 

La  transversalidad sirvió para darle dirección al movimiento, pero a medida que se alejaba de CABA,  para consolidar poder,  debió concesionar con los PJ locales o construir nuevas herramientas. y así fue que el peronismo/ kirchnerismo,  pudo consolidar el proceso distributivo de la Década Ganada. Fueron tiempos en que  el justicialismo se ordenaba de arriba para abajo y del centro hacia afuera, lo cual en muchos sentidos pudo ser contrafáctico para el despliegue creador de una fuerza emancipadora. 

Gran parte de los desafíos del peronismo en la actualidad, pasan por resolver, en unidad,  las contradicciones del pasado. Cada uno podrá completar con su imaginación los giros sutiles que tiene la historia.

Hasta el momento, más allá del operativo “clamor” para que Cristina Fernández de Kirchner  postule su candidatura a la presidencia del PJ nacional, el único CON vocación explicita y consensos para hacerlo es Ricardo Quintela. Será que se vienen tiempos de pensar lo partidario de abajo para arriba y de la periferia hacia el centro. Veremos a que síntesis llega el movimiento popular, ya sea por consenso o mediante elecciones internas.