En una Casa Rosada desierta y militarizada, tronó el discurso de CFK La voz de Cristina Kirchner desde la Plaza de Mayo penetró las paredes y los mármoles y tronó adentro de una Casa Rosada desierta y militarizada. Sin Javier Milei en el edificio, el Gobierno dispuso un operativo descomunal para cuidar la seguridad en Balcarce. Cazadrones, decenas de gendarmes y camiones verdes fueron parte de la postal de los 50 metros vacíos desde la Plaza de Mayo hasta la Rosada. La Gendarmería rodeó Balcarce y cortó los accesos a más de 100 metros. Del otro lado del vallado, cientos de militantes peronistas entre banderas, humo y una voz en el teléfono que retumbó en toda la zona. Los poquísimos funcionarios que presenciaban el estruendoso discurso de CFK que se colaba por los pasillos de la Rosada masticaban bronca: "Marchó el tren fantasma. No fue nada genuino", respondió uno a El Destape tras el discurso de la ex presidenta. Hubo orden en Casa Rosada para que los trabajadores se retiraran antes por lo que consideraban el caos para la vuelta y además por el supuesto peligro que podría haber en la marcha. Las estimaciones van desde los 50 mil hasta el millón de personas. Una amplia brecha, según quien fuera el interlocutor. Para el Gobierno hubo menos de 100 mil personas. Para los organizadores de la marcha trepó al millón. Milei se quedó en la quinta de Olivos. El Presidente suele pasar todo el día en la Casa Rosada cuando hay este tipo de marchas multitudinarias. Pero esta vez eligió quedarse en zona norte y no pisó Balcarce 50. En Casa Rosada casi no hubo movimientos. El vocero Manuel Adorni y el jefe de Gabinete Guillermo Francos fueron los únicos altos funcionarios presentes. El portavoz de Milei dio una conferencia de prensa matutina donde dejó claro el mensaje de "modelo contra modelo" que piensa el Gobierno para las elecciones, ahora con CFK fuera de la cancha. “Es más profundo que Cristina Fernández de Kirchner o nosotros, quien lo entendió así, lo entendió mal. Nos da lo mismo tener enfrente a Cristina o a cualquier otro, nos da exactamente lo mismo. Igual no tiene sentido la discusión de Cristina sí o Cristina no porque ya es Cristina no”, analizó Adorni ante los periodistas acreditados. La Rosada estuvo casi desierta. Se fue hasta el agua de la fuente del Patio de las Palmeras, que estuvo todo el día llamativamente vacía. Durante toda la jornada se escucharon dentro de la Rosada los gritos de los manifestantes, los fuegos artificiales, los bombos, el himno nacional, la marcha peronista y finalmente el potente discurso de Cristina Kirchner.