Una de las celebraciones marianas más convocantes del norte argentino se conmemoran hoy en la hermana provincia de Catamarca, donde las muestras de fe y devoción se sucederán durante la caminata de fe que se iniciará a las 18 h con el paso de más de 70 delegaciones de peregrinos ante la imagen de la Virgen del Valle, para iniciar luego el solemne encuentro de María con su pueblo que será acompañado por el obispo diocesano, Luis Urban y su presbiterio, desde la plaza El Maestro por avenida Virgen del Valle hasta el Paseo General Navarro (La Alameda), subiendo hacia el Este por Camilo Melet, Mariano Moreno, San Martín, Rivadavia y República hasta el Paseo de la Fe, enfrente del santuario Catedral. Durante el trayecto, portarán la urna con la sagrada imagen, en los distintos tramos, integrantes del Cuerpo de Paracaidistas del Ejército de Córdoba, Gauchos, Defensa Civil, Brigada de Lucha contra Incendios Forestales, Gendarmería Nacional, EC Sapem, Vialidad Provincial, Policía Federal, Área de Recolección e Higiene Urbana de la Municipalidad del Dpto. Capital, Guardia Urbana de Valle Viejo, y Veteranos de la Guerra de Malvinas Argentinas. Tradición de fe Arraigado en gran parte del mundo, cada 8 de diciembre la Iglesia Católica conmemora a la patrona de los pueblos latinoamericanos, además de reunirse en familia alrededor del árbol que será símbolo de la Navidad en cada hogar, al igual que la réplica del pesebre que atesora el nacimiento del Hijo de Dios hecho hombre. La fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María surgió el 8 de diciembre de 1854, cuando el papa Pío IX promulgó un documento llamado Ineffabilis Deus a través del cual estableció como “dogma de fe” que María, la madre de Jesús, desde el instante de su concepción fue preservada por Dios del “pecado original”; así se suma a la tradición del armado del árbol como celebración de fe y la Iglesia. Tras convertirse en patrona latinoamericana durante las primeras décadas del siglo 20, su festividad y el armado del representativo árbol es tan solo una fortuita coincidencia, atento a que la celebración de la Santísima se repite cada año cuando promedia el “Adviento”, que es el tiempo litúrgico durante el cual la Iglesia se prepara para la Navidad y donde María madre de Jesús adopta un protagonismo de extrema significancia para los creyentes y por lo que millones de hogares dispondrán el día para cumplir con lo típico de la fecha. Árbol de la Vida Las voces a cerca de esta tradición de armar o vestir el Arbolito de Navidad son diversas, y ellas responden según las creencias y el lugar de residencia en el mundo, sobre todo para la feligresía católica. Atento a ello, para algunos, se trata del árbol del Paraíso, de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y para otros, representa el “árbol de la Vida” o de la vida eterna, porque los pinos siempre están verdes, ya que inicialmente se decoraba con velas y frutos, que más adelante fueron cambiados por luces y esferas de colores y que con el paso del tiempo fueron sumándose diferentes propuestas comerciales y ya con figuras de ángeles, trompetas, pequeños regalos y de variados colores, así como también la incorporación de luces de colores. Lo importante y de acuerdo con la significancia para los creyentes, se trata de una tradición muy arraigada en el mundo y con gran sentido de reunir a la familia en torno a ello.