La merma en el segundo trimestre fue explicada fundamentalmente por las bajas en productos primarios (PP) y manufacturas de origen agropecuario (MOA), del 10,6% y del 14%, respectivamente. Particularmente resaltaron los declives en los precios de los principales cultivos: tanto la soja, como el maíz y el trigo experimentaron descensos de más del 20%.

Asimismo, también se verificaron caídas significativas en carnes, productos lácteos y algunos productos industriales como químicos y plásticos.

Mientras tanto, el precio de las importaciones bajó 4,6% en el segundo trimestre, tratándose en este caso del mínimo para un mismo período desde 2021. En el primer semestre la reducción fue del 4,9%.

En este caso las variaciones negativas las explicaron principalmente los bienes intermedios (BI) y los productos energéticos. Dentro de los primeros se destacaron bajas en productos vegetales y alimenticios, químicos, plásticos, de madera y textiles.

Frente a estos cambios, los términos de intercambio empeoraron 2,6% entre abril y junio, versus mismos meses del año pasado, y se ubicaron casi 10% por debajo del pico de 2021.

En cuanto a las cantidades, se verificó un derrumbe del 23,9% en las importaciones durante el primer semestre y del 27,2% en el último trimestre, como consecuencia de la profunda recesión y de las trabas burocráticas a las que todavía se enfrentaban las empresas a la hora de traer productos desde otros países. En paralelo, las cantidades exportadas mejoraron 23,5% en el semestre y 27,6% en el trimestre, producto fundamentalmente de la baja base de comparación por la sequía de 2023 y la buena performance del sector energético.

Superávit comercial en 2024

En el primer semestre de 2024 se verificó un superávit comercial de más de u$s10.000 millones. Pese a que esto le da al Banco Central la posibilidad de acumular reservas y compensar los egresos por el comercio de servicios y los pagos de deuda, vale aclarar que distinta sería la situación con una actividad económica pujante.

Esto es porque, por cada punto de crecimiento en el PBI, las importaciones suelen aumentar tres veces más según el promedio histórico. Por el contrario, cuando la economía está en una recesión como la actual recortan bruscamente sus compras al exterior.