La estanflación, término acuñado en la década de 1960, es una anomalía que trae consigo caída total de la actividad, desempleo y al mismo tiempo aumentos de precios. Una situación, según la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que equivale a una «catástrofe social». Anticipando este panorama, se revela un plan económico denominado «estanflación», liderado por Milei-Caputo, que incluye la liberación total de precios a discrecionalidad del mercado y una inflación estimada en un alarmante 20% mensual para diciembre.

El costo social de estas medidas, aún no medido, se vislumbra como enorme. Aunque Milei promete una «billetera libre» para atender a los afectados, sus críticos sostienen que no muestra interés en la economía real. Además, se planea un nuevo endeudamiento de 20 mil millones de dólares, cuya fuente aún es incierta, y se busca «calmar los mercados» en un «negociado libre» para el sector financiero y bancario.

El «macrimileismo» propone medidas como la subida del dólar ($900), eliminación de la devolución del IVA y quita de Ganancias, canje voluntario de Leliqs a bonos del Tesoro, tasa de interés negativa y quita de subsidios. Todo esto, según el equipo económico de Milei, no requeriría la aprobación del Congreso en un 80% del ajuste planificado.

Sin embargo, la viabilidad política de este plan se encuentra en duda, tanto en el Congreso como entre la población, incluidos los propios votantes de Milei que comienzan a abrir los ojos ante las posibles consecuencias. El daño, señalan los críticos, ya está hecho.

Además, se revela que, durante su viaje a Estados Unidos, Javier Milei recibió apoyo de Jacob Jeremiah Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de Joe Biden, quien expresó preocupación por la viabilidad política del ajuste y advirtió sobre posibles desbordes sociales. Se discutió la posibilidad de usar la «pesada herencia» como excusa para una recesión e inflación pronosticada del 500%, que muchos ven como un escenario creado por el líder libertario y el equipo económico de Mauricio Macri.

El memo confidencial que circula en el Hotel Libertador revela un paquete económico que incluye devaluación y ajuste fuerte de tarifas. Las medidas de shock propuestas por Milei, según estos datos, causarán innecesarios sufrimientos a muchos argentinos.

El futuro económico del país parece incierto y la sociedad mira con inquietud lo que se anunciará en el próximo gobierno, consciente de los desafíos que se avecinan, mientras vemos de reojo una gran depresión, que ojalá, en este pronóstico, nos equivoquemos, ya que es la fase subsiguiente a la crisis y que según la mayoría de teorías económicas, es consecuencia de una caída de la demanda y se manifiesta con una disminución de la inversión y de los salarios, lo cual reduce la capacidad adquisitiva y, por tanto, el nivel de consumo.