Sabado
13 de Diciembre de 2025
ACTUALIDAD
22 de noviembre de 2025

La mitad de los empresarios consideran que su principal problema es la caída de ventas. Aun así, la élite acompaña a Milei y contribuye con la redacción de normas que destruirán aún más el mercado interno, como la reforma laboral. La farsa libertaria expuesta por el escándalo del clan Calvete que rodea al secretario Lavigne, el hombre de Toto Caputo a cargo de monitorear el derrumbe productivo.
Los números del INDEC confirman lo que las fábricas cerradas, los carteles de alquiler en los cordones industriales y las góndolas vacías de marcas nacionales ya habían anticipado: el modelo económico de La Libertad Avanza está desmantelando la estructura productiva argentina con una eficacia que ni los más entusiastas promotores del neoliberalismo noventista hubieran imaginado.
La Encuesta de Tendencia de Negocios de la Industria Manufacturera publicada por el INDEC este octubre exhibe un panorama desolador. El Indicador de Confianza Empresarial (ICE) se desplomó a -23,2%, el peor registro desde que comenzó la serie en enero de 2025. La caída es progresiva y sostenida: arrancó el año en -15,8% y no hizo otra cosa que profundizarse mes tras mes.
Pero el dato más revelador surge cuando se pregunta a los empresarios por el factor que limita su capacidad productiva. El 49,9% señala la "demanda interna insuficiente" como el principal obstáculo. No los impuestos, no la presión sindical, no las regulaciones: la gente no compra. El mercado interno, esa construcción que llevó décadas edificar, se desmorona bajo el peso de salarios pulverizados y jubilaciones de miseria.
En paralelo, un 52,8% de las empresas informa que su cartera de pedidos se encuentra "por debajo de lo normal". Las expectativas tampoco alientan: apenas un 14,8% de los industriales prevé aumentar su producción en el próximo trimestre, mientras que un 23,9% anticipa que su volumen caerá. El balance resulta negativo en 9,1 puntos.
Los datos de la consultora Scentia completan el cuadro. El consumo masivo en octubre de 2025 creció un magro 2,2% interanual, una cifra que palidece frente al desplome de 16,5% registrado en octubre de 2024. El rebote es técnico, no real: se compara con meses de depresión absoluta.
El acumulado del año confirma que la recuperación es un espejismo. Los supermercados arrastran una caída de 5,1% respecto al mismo período de 2024. Los mayoristas, un desplome de 5,3%. Ni siquiera los autoservicios barriales escapan: acumulan un retroceso de 0,5%. El patrón es claro: la licuación del poder adquisitivo impide cualquier despegue del mercado interno.
El 55,8% de los encuestados del sector supermercadista también apunta a la demanda interna insuficiente como principal limitante. El diagnóstico es transversal: no hay consumidores con capacidad de compra.
La contracara del derrumbe productivo es el boom de las importaciones. Las compras al exterior vía courier crecieron más de 200% en octubre respecto al mismo mes de 2024, según el último informe del INDEC. Entre enero y septiembre, los envíos totalizaron 601 millones de dólares; en todo 2024, la cifra había sido de 238 millones.
El 80% de estas importaciones corresponde a compras en plataformas como Shein y Temu. El dólar atrasado convierte a la ropa, los electrodomésticos y los productos de consumo masivo fabricados en Asia en una opción más barata que la producción nacional. El jefe de asesores del ministerio de Economía, Felipe Núñez, celebró la tendencia como resultado de "la apertura comercial inteligente". Tiene lógica: la liquidación de la industria argentina es clave en el plan de negocios financieros que el ministro Luis Caputo pretende legar como modelo estructural.
Las cifras del Banco Central agregan más datos: los gastos con tarjeta asociados a viajes al exterior alcanzaron 850 millones de dólares en septiembre. El verano 2026 ya impone las vacaciones afuera como opción económica para sectores medios. El modelo exporta divisas y turistas mientras importa desempleo.