La amarga ironía es que su propia familia, encabezada por su papá Eduardo y su tío Carlos Menem, despilfarraron en 1997 más de 1,2 millones de dólares públicos en una pista de aterrizaje en Anillaco, a metros de la mansión familiar "La Rosadita", para que la familia Menem aterrizara en el Tango 01 como reyes. ¿Y para qué? Hoy, esa pista está abandonada, saqueada hasta las balizas, recibiendo apenas la avioneta donde vienen los Menem una vez al año para los homenajes a Carlos. Incluso en el año 2024, y por la única gestión de obras para la provincia realizada por Martín Menem, el gobierno de Milei favoreció a la hija del expresidente con 800 mil dólares -mucho más que el valor actual de la casa- para remozarla con fines turísticos. ¿Con qué cara denuncias "obras para ricos", Martín, si tu familia escribió el manual del despilfarro? ¿Qué opinarán los pobladores de los parajes que beneficia la nueva ruta, cuando el diputado los ningunea al decir que en esa zona "no vive nadie"?