Una mamá desesperada por no poder comprar la medicación de su hijo discapacitado porque el gobierno nacional lo sacó de la obra social y ella no posee los medios económicos para comprarlo, ingresó a Farmacity en Peron y Corrientes con un cuchillo y pidió a los farmacéuticos que le den la medicación para su hijo. Los empleados la reducen y llaman a la policía, un hombre que estaba en la farmacia le compró la medicina pero la policía se la llevó detenida igual. Según manifestó la mujer, su hijo no daba más de dolores y sufrió dos convulsiones por la falta del medicamento. Recordemos que el gobierno nacional expresó que esto no es problema de ellos, si de las familias que tienen que hacerse cargo. “No me cubre la obra social, mi hijo lo necesita”, gritaba mientras pedía cannabidiol 100 mg, un fármaco prescripto para tratar epilepsias severas como los síndromes de Lennox-Gastaut y Dravet, cuyo valor es de $325.000. El encargado del lugar, Roberto González, intentó calmarla mientras pedía ayuda. La fiscal de turno, Nadia Schargrodsky, decidió no aplicar flagrancia. En su lugar, intervino el área de Asuntos Juveniles, que trasladó a la madre y a sus hijos nuevamente a su casa. El arma fue secuestrada, y se espera que el farmacéutico realice la denuncia correspondiente. El hecho, más allá del delito, refleja el abandono que sufren muchas familias en situaciones críticas. No se trató solo de una amenaza con un arma blanca, sino del grito desesperado de una madre empujada por un sistema que la dejó sola.