Famatina fue epicentro el pasado jueves de un fuerte sismo de magnitud 5.9 que dejó daños materiales en viviendas e instituciones, y que alteró la vida de varias familias del norte del departamento. En este contexto de emergencia, se dio también la visita del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, quien lejos de interiorizarse sobre la situación, acercarse a los damnificados o consultar a las autoridades municipales, solo se sacó una selfie para el recuerdo con algunos de sus seguidores. Si bien el legislador nacional hizo un recorrido por la zona, su fugaz paso por Famatina no incluyó anuncios de ayuda ni gestiones concretas, mucho menos algún gesto de empatía para con las familias que vieron dañadas sus viviendas. Tampoco recorrió las escuelas que deben ser reparadas, ni las iglesias históricas que sufrieron deterioros en sus estructuras. Lo que sí dejó el diputado nacional, en cambio, fue una selfie frente al nogal histórico de Santo Domingo, para luego emprender la retirada, como si nada hubiera pasado. Mientras el Gobierno provincial actuó desde un primer momento con la presencia de autoridades como la vicegobernadora Teresita Madera y el jefe de gabinete Juan Luna, que por pedido expreso del gobernador Quintela visitaron las zonas afectadas, relevaron los daños y coordinaron tareas con los equipos municipales para atender las necesidades más urgentes, Martín Menem se dedicó a hacer política -su accionar incluyó desafortunadas y muy cuestionadas declaraciones sobre minería-, pensando en su candidatura a gobernador, aunque, fiel a su estilo, de la mano de una postura absolutamente pasiva. Ya con la ausencia del diputado nacional, las tareas continúan con prioridades establecidas y relevamientos en marcha, apuntando a dar respuesta a las más de 30 familias que sufrieron daños en sus viviendas, porque lo que la comunidad espera son gestos que se traduzcan en hechos. Y ocurre que en una situación de emergencia, con una selfie no alcanza.