El problema oculto de los que no tienen empleo pero tampoco buscan. Publicada el 13/07/2024 en Crónicas Se sabía que iba a pasar y pasó. Y saberlo no evita el drama económico y social que implica para miles de personas el proceso recesivo, que llegó para quedarse. Incluye la brutal caída del consumo, que comenzó con la llegada misma de la escuela económica austríaca a la “Casa Rosada” en diciembre pasado. Y el ajuste “más grande de la historia”, que tenía como inevitable próxima parada la destrucción del empleo formal. El plan se está cumpliendo a rajatabla: hoy más de 320.000 personas tienen problemas de empleo en la provincia de Córdoba. La cifra surge de tomar que en la ciudad de Córdoba hay 61.000 personas directamente desocupadas y en Río Cuarto suman 3.000. A quienes se deben sumar los 258.000 cordobeses que tienen trabajo pero están buscando otro porque el salario no les alcanza. A esos números fríos -que esconden el sufrimiento de decenas de miles de cordobeses- se debe agregar que existe también una demanda oculta: la caída de la actividad económica genera que muchas personas no estén buscando empleo. En el contexto actual de falta de trabajo y recesión salir a buscar trabajo implica un gasto económico que no están en condiciones de asumir, sobre todo si tienen la convicción de que será muy difícil conseguir lo que buscan. Esa demanda oculta se expresa en los registros oficiales, por ejemplo, cuando se observa la Población Económicamente Activa de Río Cuarto, que pasó de 86.000 personas a 81.000 en un año. En otras palabras, hoy hay 5.000 personas que se retiraron del mercado laboral de la ciudad porque perdieron el trabajo o porque ya no buscan empleo. En el mismo sentido se debe mencionar que el estudio del INDEC solamente mide los dos principales conglomerados de la provincia: Córdoba y Río Cuarto: los miles de desempleados que existen en el resto del territorio cordobés no figuran en esta medición oficial. El economista y docente universitario Efraín Molina explica: "En la medida que no se recompongan los salarios, tenés los demandantes que están sub ocupados que trabajan menos de 35 horas y buscan más trabajo. Hay búsqueda de más trabajo”. Y agrega otro elemento sobre las características de quienes desean tener trabajo: “También se incorpora al mercado laboral gente que tiene menos formación, pero que sale a buscar trabajo y antes no lo hacía porque necesita sumar ingresos a su familia y de esa manera se suma ahora al mercado laboral". Analfabetos La apuesta económica del Gobierno de Javier Milei tiene un componente alfabético. Desde el 10 de diciembre tiene la expectativa de una recuperación en forma de “V”. Ello supone que el brutal ajuste que hoy golpea a los argentinos y argentinas y hace caer la actividad económica tocará un punto final y comenzará a recuperarse a la misma velocidad con la que se desplomó. La escatológica analogía presidencial del “pedo de buzo” festejada por empresarios aplaudidores y afines. El problema es que la “V” no aparece y los economistas comienzan a mencionar con insistencia ahora la letra ”L”. Que, traducido, sería algo así como una larga meseta de estancamiento que sigue a la caída abrupta de la economía. Es el peor escenario y así lo muestran los indicadores de las consultoras privadas, que siguen relevando números en rojo. Mal que le pese a Milei, el sistema digestivo del buzo no muestra señales de movimientos gástricos. Por el contrario, la construcción registra una caída del 20% y el sector de la industria manufacturera se desploma otro 14%. Las ventas minoristas también generan indicadores negativos por la disminución del consumo. Ele sin fin Hoy lo que se consolida es una “L” que supone una recesión extendida en el punto más bajo en el que quedó la economía nacional luego del ajuste libertario. La recuperación del empleo, por ahora, no será una realidad cercana para los miles de cordobeses que fueron expulsados del mercado laboral. Inclusive el dato del INDEC es del primer trimestre del año 2024, con lo cual la extensión de la recesión en los meses de abril, mayo y junio provocará que la cifra de trabajadores sin empleo se amplíe en las próximas mediciones oficiales. El propio Banco Central lo confirma: solamente en abril último se cerraron 65.000 cuentas sueldo en todo el país y ya acumulan 340.000 en el primer cuatrimestre. En 1995, cuando la desocupación en Córdoba superaba ampliamente los dos dígitos, el poeta popular Juan Carlos Jiménez Rufino sacó un CD denominado "Al píe del cañón". Una de sus canciones decía: "Un telegrama de despido. Que me decía que no fuera a trabajar. Que me dejaba sin presente ni futuro. A mí familia sin orgullo y dignidad". Como siempre, las letras del cantante cuartetero conectaban con los problemas de la comunidad. El mismo tema –“Telegrama de despido”- fue reeditado en un CD de grandes éxitos del cantante. ¿En qué año fue la reedición? Corría nada menos que el 2001. Ojalá que “la Mona” no tenga que volver a cantar esa canción.