En el bloque peronista de la Cámara Alta le dijeron a LPO que la senadora jujeña Carolina Moisés evalúa votar en contra del capítulo de las tabacaleras. "Si bien siempre tuve una postura a favor de la defensa del sector, en este caso tengo mis serias dudas", habría dicho a su entorno luego del bochorno de la votación de la semana pasada. Moisés fue caracterizada por fuentes parlamentarias como "una acérrima defensora del sector tabacalero" pero el impacto de la votación presuntamente adulterada por Martín Menem, que cantó un resultado de 82 votos por la afirmativa y 77 por la negativa aunque las actas registraron un empate en 80 voluntades, amaga con entorpecer el camino del expediente. "Si se le modifica una sola coma al proyecto que viene con media sanción de Diputados, la ley tiene que volver a la cámara de origen para ver si refrendan los cambios o reúnen los votos para ratificar el contenido original", explicaron a este medio. El artículo 81 del reglamento establece que si la cámara revisora modifica en algo un proyecto que le llega con media sanción, la cámara de origen deberá aceptar o rechazar esos cambios por mayoría absoluta o por dos tercios, según la cantidad de voluntades que haya reunido el cuerpo que introdujo adiciones al texto. Por eso, cualquier retoque al articulado conspira contra los planes del Pacto de Mayo que anunció en la apertura de sesiones ordinarias el presidente Javier Milei. La devolución del trámite a Diputados exigiría plazos que exceden la hoja de ruta que fijó la Casa Rosada. Escándalo en Diputados: Investigan si se adulteró la votación para el capítulo del tabaco Para colmo, la Ley Ómnibus podría rebotar por el impuesto a las tabacaleras mientras que el paquete fiscal podría ser recortado en el capítulo de Impuesto a las Ganancias, merced a la resistencia que podrían manifestar los ocho legisladores patagónicos si los gobernadores de sus provincias desconfiaran de las promesas del gobierno nacional. El Senado amenaza, de esta manera, con dejar a Milei sin Pacto de Mayo. En este contexto, la previa del tratamiento en comisión de ambos proyectos transcurre con frenesí e incertidumbre. Tanto entre los senadores radicales como los del PRO imperaba este lunes la prudencia y evitaban pronunciarse sobre la votación. Sin embargo, hasta en el bloque libertario admitían que, si la votación ocurrida en Diputados se judicializaba, no podría discutirse el proyecto en el Senado. De todas formas, el oficialismo trata de mitigar el escándalo y se abraza a las explicaciones de Menem: los diputados que pidieron agregar su abstención figuraban ausentes o no estaban logueados al momento de la votación. Ese argumento no explica el pedido de los chaqueños María Luisa Chomiak y Aldo Leiva para cambiar el sentido de su voto, computados como afirmativos cuando en realidad querían abstenerse. Cerca de Victoria Villarruel negaron a LPO que el affaire de la votación en Diputados complique el itinerario de los proyectos en la Cámara Alta. "Es una presunción de algunos medios", minimizaron. No obstante, un macrista confesó ante LPO que "lo más razonable es sacar ese capítulo porque la votación está viciada de nulidad". Si bien no es mayoritaria su postura en la bancada que conduce Cristian Ritondo, podría ser un atajo para los libertarios si la auditoría del peronismo los encierra o una denuncia para tramitar una cautelar en sede judicial contra ese capítulo aborta el debate en el Senado.