El encuentro de gobernadores, legisladores y gremialistas delineó perspectivas a futuro. "Mostrar potencia". Lacónico, un dirigente gremial de larga data sintetizó el espíritu de la cumbre que este jueves reunió a todas las tribus del peronismo en la Casa de la Provincia de Buenos Aires, ubicada en el centro porteño. Con Axel Kicillof como anfitrión, hasta allí llegaron dirigentes gremiales, políticos y sociales, intendentes, gobernadores y legisladores de Unión por la Patria (UP) para dar una muestra fortaleza en la víspera del paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para el próximo 24 enero. Moyano afirmó que "la CGT es hoy el único muro de contención de los trabajadores" El encuentro, comenzó pasadas las 16, se extendió por casi tres horas y sirvió como el puntapié inicial para un peronismo que, falto de liderazgos claros, busca retomar la iniciativa contra la profundidad de las primeras medidas de Javier Milei. Además de Kicillof, estuvieron presentes los gobernadores Ricardo Quintela (La Rioja) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Vía Zoom, en tanto, participaron Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Raúl Jalil (Catamarca); y Sergio Ziliotto (La Pampa). Por la CGT, asistieron su secretario general Héctor Daer, Pablo Moyano y Abel Furlán, de la UOM, entre otros. También formaron parte Juan Grabois, Gabriel Katopodis, Emilio Pérsico, Carlos "Carli" Bianco, Jorge Ferraresi y el presidente del bloque peronista de diputados, Germán Martínez. La conversación entre los dirigentes versó en torno al paro general del 24 de enero y al apoyo irrestricto de todas las partes. "Rechazo al DNU y proyecto de Ley y participación masiva a la marcha del 24". Además, los gobernadores se pusieron a disposición de la estrategia parlamentaria del bloque de Unión por la Patria, un ítem importante ya que algunos de ellos presionan de manera unilateral para modificar artículos vinculados a las economías regionales. Dentro de ese cóctel, la atomizada liga PJ opera por estas horas con diferencias. Kicillof y Quintela encabezan el ala más dura, encarnando la confrontación frontal con la administración de La Libertad Avanza (LLA). Otros mandamases, como Jaldo y Jalil, por caso, ensayaron posturas más dialoguistas aunque se mantienen en la órbita peronista. El tucumano maniobra por estas horas para lograr modificaciones en los pasajes de la ley ómnibus vinculados las actividades azucarera, los biocombustibles y los cultivos de citrus. Los provincialismos y antiguos aliados, como Gustavo Sáenz (Salta) y Hugo Passalacqua (Misiones), vuelan por debajo del radar, con una postura autónoma. Al término de la cumbre, Kicillof comentó que se trató de "una convocatoria para repasar la situación económica tras de la batería de medidas que tomó el Gobierno Nacional y que han afectado a prácticamente todos los sectores". “Se está llevando adelante un plan de ajuste con absoluta insensibilidad y sin compensar de ninguna manera el impacto negativo sobre los trabajadores y los sectores medios”, indicó. Por otra parte, el exministro de Economía señaló que “hoy tenemos que acompañar a los que más están sufriendo, por eso vamos apoyar la movilización que llevarán adelante las centrales obreras la semana que viene”. Y completó: “No entraremos en ninguna provocación: vamos a hacer aquello para lo que tenemos legitimidad, que es defender a nuestro pueblo”. A su turno, Daer se refirió al paro general del 24 de enero y criticó que el oficialismo dispuso "una serie de slogan, dichos y discursos para tratar de minimizar una movilización del pueblo argentino, demostrando que no está de acuerdo con lo que está establecido en el proyecto de ley ómnibus ni en el DNU que fuera generado hace poco tiempo en el Parlamento para su tratamiento".